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PENSAMIENTO DE A. ROGERS (1931)

Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo.

El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.

Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo,...

eso... mi querido amigo...

...es el fin de cualquier Nación.

“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.

Dr. Adrian Rogers, 1931

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Alissa Zinovievna Rosenbaum
Novela: La Rebelión del Atlas - Anticipo de lo que nos está pasando a los españoles
"Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada;
cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores;
cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo,
y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted;
cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio,
entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada."
Seudónimo: Ayn Rand (1950)

San Antonio de Padua – Monte Corona (13 de Junio)

San Antonio de Corona
 
         Tradicional romería en una campa del Monte Corona donde se encuentra la Ermita con el patrono de Caviedes: An Antonio de Padua.  Los vecinos acudían caminando por las pistas forestales del Monte Corona. Aunque hoy las pistas ya son más transitables mucha de la gente sigue la tradición de ir caminando.

         Me cuenta mi madre que ella subió descalza desde Ruiseñada como promesa después de la operación de mi tía.

San Antonio

           Aunque nada tiene que ver con esta fiesta, aquí os dejo una canción muy conocida en la época: “EL MILAGRO DE SAN ANTONIO – EL NIÑO Y LOS PAJARITOS”.

Mi abuela la cantaba, mi madre se la sabe y yo casi que también. Claro que yo nunca la he escuchado en su versión original porque lo más que conseguimos encontrar fue la cassette interpretada por Cecilio que buen ritmo si que tiene. Aquí os dejo para seguir haciendo historia, hasta os apunto la letra:

El Milagro de San Antonio–El niño y los pajaritos

Padre mío San Antonio

suplicad al Dios inmenso,

que con su gracia divina

alumbre mi entendimiento.

  

Para que mi lengua

refiera el milagro,

que el huerto obrasteis

de edad de ocho años.

 

Desde niño fue criado

con mucho temor de Dios,

de sus padres estimado

y del mundo admiración.

 

Fue caritativo

y perseguido

de todo enemigo

con mucho rigor.

 

Su padre era un caballero

cristiano, honrado y prudente,

que mantenía su casa

con el sudor de su frente.

 

Y tenía un huerto

donde recogía

cosechas y frutos

que el tiempo traía,

 

Por la mañana un domingo

como siempre acostumbraba,

se marchó su padre a misa

cosa que nunca olvidaba.

 

Y le dijo: “Antonio,

ven acá, hijo amado,

escucha que tengo

que darte un recado.

 

Mientras yo estoy en misa

gran cuidado has de tener

mira que los pajaritos

todo lo echan a perder.

 

Entran en el huerto

pisan el sembrado,

por eso te advierto

que tengas cuidado”.

 

Cuando se ausentó su padre

y a la Iglesia se marchó

Antonio quedó cuidando

y a los pájaros llamó:

 

“Venid pajaritos,

dejad el sembrado,

que mi padre ha dicho

que tenga cuidado.

 

Para que mejor yo pueda cumplir

con mi obligación

voy a encerraros a todos

dentro de esta habitación”.

 

Y a los pajaritos

entrar les mandaba

y ellos muy humildes

en el cuarto entraban.

 

Por aquellas cercanías

ningún pájaro quedó,

porque todos acudieron

cuando Antonio les llamó.

 

Lleno de alegría

San Antonio estaba,

y los pajaritos

alegres cantaban.

 

Cuando se acercó su padre

luego les mandó callar,

llegó su padre a la puerta

y comenzó a preguntar:

 

“Ven acá Antoñito,

dime hijito amado,

¿de los pajaritos

qué tal has cuidado?”

 

El niño le contestó:

“Padre, no tenga cuidado

que, para que no hagan mal

todos los tengo encerrados”.

 

El padre que vio

milagro tan grande

al señor Obispo

trató de avisarle.

 

Acudió el señor Obispo

con gran acompañamiento

quedando todos confusos

al ver tan grande portento.

 

Abrieron ventanas

puertas a la par

por ver si las aves

se quieren marchar.

 

Antonio les dijo entonces:

“señores nadie se agravie

los pájaros no se marchan

hasta que yo no los mande”.

 

Se puso en la puerta

y les dijo así:

“Ea, pajaritos

ya podéis salir.

 

Salgan cigüeñas con orden,

águilas, grullas y garzas,

avutardas, gavilanes,

lechuzas, mochuelos, grajas.

 

Salgan las urracas,

tórtolas, perdices,

palomas, gorriones

y las codornices.

 

Salga el cuco y el milano,

zorzal, patos, y andarríos,

canarios y ruiseñores,

tordos, jilgueros y mirlos.

 

Salgan verderones

y las cardelinas,

también conjugadas

y las golondrinas”.

 

Al instante que salieron

todos juntitos se ponen,

escuchando a San Antonio

para ver lo que dispone.

 

Antonio les dice:

“No entréis en sembrados,

marchad por los montes,

por riscos y prados”.

 

Al tiempo de alzar el vuelo

cantan con dulce alegría,

despidiéndose de Antonio

y su ilustre compañía.

 

El señor Obispo

al ver tal milagro,

por diversas partes

mandó publicarlo.

 

Árbol de grandiosidades

fuente de la caridad

depósito de bondades

padre de inmensa piedad.

 

Antonio divino,

por tu intercesión

todos merezcamos

la eterna mansión.


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